Países de América Latina se enfrentarán a una rebaja masiva de su clasificación de riesgo por efecto del coronavirus

Aunque los recortes de calificación y revisiones de perspectivas a la baja se han intensificado, la tendencia es “desproporcionada” en el caso regional. Así lo aseguran en S&P Global, que ha advertido, paralelamente con Fitch y Moody’s, las particulares dificultades que enfrenta el vecindario a nivel crediticio.

El año pasado América Latina continuó su desaceleración con un crecimiento de apenas 0,2%, pero con la esperanza de un alza cercana a 1,8% en 2020, como lo proyectó el FMI en su informe de octubre. Sin embargo, esa estimación quedó sepultada bajo los efectos del coronavirus. Ahora se apunta a una contracción de 5,3%, que probablemente será revisada a la baja este mes, situación que están siguiendo de cerca las clasificadoras de riego, que no han demorado en plasmar en sus evaluaciones el complejo escenario.

Aunque en S&P Global reconocen que existe una tendencia mundial de desmejora, sostienen que “un número desproporcionadamente alto de recientes rebajas y revisiones negativas de las perspectivas se han aplicado a los soberanos en América Latina y el Caribe”. Según su recuento, en lo que va del año, a nivel soberano sólo han reafirmado 12 de las 29 notas. Brasil, Panamá, México, Colombia y Chile se cuentan entre los perjudicados.

En el caso nacional S&P revisó a la baja la perspectiva de su nota “A+”, de estable a negativa. Eso sí, la primera en tomar esa decisión fue Fitch, que también ha encendido las alarmas por la situación del vecindario. “Las rebajas de calificación impulsadas por el coronavirus aceleraron la tendencia acumulativa de rebaja / actualización neta en América Latina desde 2013”, se lee en el reporte, haciendo referencia al año en que recién se comenzaban a complicar las cosas en la región, por el fin del boom de los commodities.

Justamente con ese evento, compara la situación actual la tercera clasificadora relevante del mercado. En Moody’s, la única que no ha rebajado la perspectiva de la calificación chilena, indican que “los soberanos en América Latina enfrentan el shock del coronavirus con una mayor carga de deuda e intereses y menos espacio fiscal general que durante el shock de precios de los productos básicos”, lo que ha puesto en riesgo sus clasificaciones.

Dificultades que se agravan

En efecto, hay amplias coincidencias respecto a lo que deja a la región, convertida en el foco global del coronavirus, particularmente expuesta en términos crediticios. “Muchos de los perfiles económicos y fiscales de estos soberanos ya eran bastante débiles antes de la pandemia”, sostiene en S&P, precisando que en ese marco “la mayoría de los soberanos en América Latina y el Caribe tienen una capacidad moderada o limitada para usar políticas anticíclicas sin debilitar su solvencia crediticia”.

De esta manera, la aversión al riesgo que afecta a los mercados emergentes en general, puede resultar particularmente fuerte a nivel regional. “Los soberanos de América Latina enfrentarán mayores desafíos de financiamiento este año, ya que registran déficits más grandes en medio de (i) un mayor gasto relacionado con la salud, (ii) una menor recaudación de ingresos fiscales a medida que las economías se contraen, y (iii) medidas fiscales anticíclicas, que incluyen mayores gastos y demoras en el pago de impuestos en algunos casos”, precisan en Moody’s”.

A lo anterior, se suma de acuerdo a los analistas de S&P Global el hecho de que “muchos países de la región dependen del turismo, las remesas y las exportaciones de productos básicos, todo lo cual sufrirá este año. Además, la región en su conjunto tiene perspectivas de crecimiento del PIB más débiles que otras partes del mundo”.

Lo que está por venir

Aunque ninguna de las clasificadoras detalla cuáles serán específicamente los próximos recortes que se aplicaran en este contexto, Fitch se aventura a señalar que los recortes en América Latina todavía no han acabado, tanto a nivel soberano como corporativo.

Respecto a este último punto, detallan que “los emisores corporativos no financieros latinoamericanos con perspectivas negativas y calificaciones negativas de observación aumentaron al 36% de la cartera de calificación internacional regional al 12 de mayo de 2020, en comparación con el 15% al 1 de enero de 2020, lo que indica la probabilidad de más rebajas a seguir”.

Según el análisis de Fitch “los bloqueos en cada país están dando como resultado la pérdida de ingresos, la erosión de la liquidez y la interrupción de las operaciones y las cadenas de suministro”, marco en que el anticipan “los sectores de mayor riesgo desde el punto de vista de la calificación son los más expuestos de inmediato a medidas de cierre abrupto: aerolíneas, juegos, alojamiento y ocio; gas de petróleo; y azúcar y etanol”.

En tanto, a nivel de estados, el que consigue superar los riesgos crediticios más holgadamente es Uruguay, justamente el país que tiene más contralada la pandemia en su territorio. Así, la generalidad del vecindario encara un panorama altamente incierto, marco en el que Moody´s sostiene que “los soberanos en la región probablemente dependerán de fuentes alternativas de financiamiento (por ejemplo, financiamiento multilateral, mercados locales, amortiguadores fiscales) para cubrir aumentos en sus necesidades de endeudamiento”. 

Fuente: latercera.com