Expresidente Lagos advierte el peligro de tener demasiadas expectativas en la nueva constitución

«Pueden haber muchas expectativas de que una constitución puede resolver muchos temas y eso no es así», dijo el exmandatario.

El expresidente Ricardo Lagos reveló en una entrevista que hay que tener cuidado con las altas expectativas ante el plebiscito del 25 de octubre debido a la crisis económica que dejó el coronavirus

Sin embargo, el impulsor de la gran reforma a la constitución de 1980, afirmó entender las altas aspiraciones puestas en la consulta ciudadana. 

«Pueden haber muchas expectativas de que una constitución puede resolver muchos temas y eso no es así. Lo que resuelven esos temas son las políticas públicas», dijo el jueves en una entrevista con Reuters el expresidente, que gobernó entre 2000-2006 y dejó el poder con una alta popularidad.

La pandemia de coronavirus llegó al país en marzo y en agosto se inició un paulatino desconfinamiento, pero aún así los efectos en la economía serán duraderos, con una caída del PIB de un 5,5% según las previsiones del gobierno de Sebastián Piñera.

La recuperación de la crisis, que elevó el desempleo a cifras históricas y dejó al descubierto la precariedad en que viven muchas familias chilenas que dependen de ingresos diarios, coincidirá con el proceso constitucional, que no durará menos de un año y medio, según Lagos.

«Hay una confluencia de factores donde, producto del coronavirus, hay más urgencia que en el pasado. Una cosa es el estallido social que se produce un año atrás, pero lo más importante es cómo compatibilizar el largo plazo que implica escribir una constitución con la urgencia de las demandas del coronavirus hoy», expresó. 

«La reactivación económica es la tarea número uno por delante», dijo Lagos. «Es la única forma de recuperar empleos, recuperar lo que hemos perdido, porque hemos perdido por lo menos todo lo que habíamos avanzado en los últimos 10 años», agregó

A UN AÑO DEL ESTALLIDO 

El domingo 18 de octubre se cumple un año del «estallido social», fecha en que millones de chilenos salieron a las calles durante meses para exigir mejores servicios públicos, educación, pensiones, además de más «dignidad» y menos «desigualdad».

La demanda por una nueva constitución también se instaló a raíz de las movilizaciones, después que el gobierno acorralado por la magnitud de las protestas impulsó un acuerdo político para dar una salida institucional y canalizar el descontento con la labor de la clase política en los últimos 30 años.

«Parte de lo que hay hoy es una ruptura entre la sociedad chilena y las instituciones del Estado. Hay una falta de confianza de la sociedad chilena con estas instituciones, la elite como se dice ahora», plantea Lagos.

Y escribir una nueva constitución, además de terminar con el texto de la dictadura, «es el inicio de la recuperación de la confianza» por parte de los ciudadanos. «Y eso me parece a mí que es muy importante ahora».

Según el expresidente, de 82 años, la ruptura se produjo porque el avance económico y social de los chilenos en los últimos 30 años, tras la caída de la dictadura, «no se condijo» con la respuesta del Estado a una sociedad con más recursos y más exigente.

Desde el fin de la dictadura la pobreza cayó desde un 40% a 10% en Chile, pero el estallido social dejó claro que esa reducción por sí sola no fue suficiente.

«Una cosa es bajar la pobreza y otra cosa es satisfacer las demandas de aquéllos que dejaron la pobreza atrás«, dijo Lagos.

Fuente: 24horas.cl