Los psicólogos del fraude: Fonasa detecta atenciones falsas por 1.000 millones de pesos

El Fondo Nacional de Salud (Fonasa) descubrió que al menos 25 psicólogos, en concomitancia con una empresa dedicada a la capacitación, realizaron un fraude de $1.000 millones con atenciones falsas en la Región Metropolitana.

La situación quedó al descubierto luego que un profesional denunciara que una firma comenzó a requerir pagos al Estado por atenciones a pacientes que nunca trató.

A lo anterior se sumaron beneficiarios del Sistema de Libre Elección (SLE) que se percataron que bajo su identidad se emitieron documentos por prestaciones que no requirieron.

Con ambos antecedentes Fonasa inició una fiscalización y descubrió que a través de una empresa que opera en el centro de Santiago, algunos profesionales emitían cobros al Estado. La mitad del dinero que recibían se la entregaban a la firma.

La revisión de Fonasa incluyó entrevistas, visitas inspectivas, análisis a las cuentas de los prestadores adscritos al SLE, lo que permitió descubrir que al menos 25 psicólogos realizaban esta práctica defraudando así al seguro público de salud.

La información consta en una querella interpuesta por Fonasa ante el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago, donde acusa la comisión del delito obtención fraudulenta de prestaciones del Estado.

De acuerdo a la acción legal que publica la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío, la empresa OTECMINE, reclutaba a profesionales del rubro para que realizaran informes psicológicos sin atención de pacientes y la mitad del pago debían entregarlo a su empleador.

Uno de los querellados relató que la firma le ofrecía un sueldo superior al millón de pesos, pero todo dependía de la cantidad de pacientes que ingresara a la plataforma de Fonasa.

Siguiendo la revisión de las prestaciones falsas, entrevistaron a una profesional que aseguró haber sido engañada junto a otras colegas por la empresa mencionada.

Indicó que fueron contactadas para prestar servicios preparando evaluaciones de Recursos Humanos y que a su vez debían entregar la clave de acceso a Fonasa, “para (…) que ellos pudieran ir generando los bonos de los trabajos y así pagarse”.

A poco andar sospecharon de la legalidad del trabajo y decidieron interponer una querella criminal ante el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago, en agosto pasado, por el delito de estafa en contra de Misael Delgado Valenzuela y Daniela Valenzuela, quienes aparecen como jefes de OTECMINE.

Los fiscalizadores de Fonasa llegaron hasta la oficina de este último ubicada en calle Estado, donde le solicitaron fichas clínicas de los supuestos pacientes, pero ninguno se había atendido con un psicólogo.

La respuesta que Delgado entregó a los funcionarios de Fonasa, fue que realizaba terapias grupales a 6 mil pesos por persona.

“Estas terapias fueron realizadas en forma grupal; debo dejar en claro desde ya que, el hecho que estas se realicen bajo esta modalidad son tanto o más efectivas que aquellas que tienen lugar en modalidad individual, de suerte tal que este solo hecho no es causa suficiente para determinar la pertinencia o no de un método psicológico o la eficacia o no de una sesión”, argumentó Delgado en su defensa.

La querella de Fonasa fue enviada esta semana a la Fiscalía Centro Norte, donde se inició una investigación.

En la acción legal la institución dependiente del Ministerio de Salud, solicitó que se interrogue a los 25 imputados y que respecto de estos últimos se alce el secreto bancario.

Misma fórmula

No es la primera vez que Fonasa ha sido estafada. 

En julio pasado, el Ministerio Público de Concepción inició una indagatoria en contra de la sociedad Concepsi, que simulando ser una agencia de empleo, obtenía datos personales de quienes concurrían a sus oficinas, para luego facturar al Estado atenciones psicológicas falsas, obteniendo de vuelta el subsidio.

Días antes, otro hecho similar en la capital de la Región del Bío Bío golpeó a Fonasa, cuando se descubrió que una doctora que defraudó a la institución por más de $6 mil millones.

Básicamente la profesional realizaba el mismo ilícito: cobraba subsidios sin prestar atención médica alguna.

Solo por concepto de bonificación requirió el pago de $7.348 millones, pero Fonasa solo alcanzó a pagarle poco más de $6.000 millones cuando descubrió que todo era un tinglado de mentiras.

En ambos casos, la entidad estatal presentó las querellas respectivas.

Fuente: BioBioChile.cl