El problema de vacunarse con fórmulas no aprobadas en la UE

Miles de europeos inoculados con Sputnik o Sinovac no son considerados vacunados por las autoridades de la Unión Europea. El mismo escenario se repite para quienes quieran viajar a la UE desde otras regiones.

Hace seis meses, en un viaje a Rusia, hice lo que pensé era lo más responsable: me vacuné contra el SARS-CoV-2 con Sputnik V. En febrero, Alemania aún no ofrecía vacunaciones a mi grupo etario y yo estaba preocupada por proteger a mi familia y también mi salud.

Sputnik V es una vacuna de vector desarrollada por el Centro Nacional de Epidemiología y Microbiología Gamaleya que recibió una aprobación temprana en Rusia -demasiado temprana para algunos, antes que todas las vacunas occidentales-, en una decisión que fue muy criticada a nivel internacional. Información posterior ha demostrado que Sputnik V es bastante efectiva.

¿Van a autorizar Sputnik V en la UE?

Sputnik V es usada actualmente en más de 60 países, entre ellos Hungría y San Marino, además de México, Venezuela, Argentina y Bolivia, pero no ha sido aprobada por la Unión Europea. La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) lanzó una revisión continua de la vacuna a comienzos de marzo. Según los últimos reportes, ha habido demoras debido a falta de información por parte del fabricante.

En primavera, mientras Alemania intentaba satisfacer la demanda de vacunas, varios políticos, incluidos el ministro presidente de Sajonia, Michael Kretschmer, y el ministro de Salud federal, Jens Spahn, discutieron sobre la posibilidad de comprar vacunas a Rusia. Ahora, sin embargo, ya no escasean las dosis en Alemania y no hay prisa alguna por aprobar la Sputnik V.

Mientras tanto, varios cientos, si no miles, de residentes en la Unión Europea viajaron a Rusia para obtener una vacuna debido a la incertidumbre sobre el abastecimiento de dosis en sus respectivos países. Algunos incluso contrataron los llamados «viajes de vacunación» a Rusia desde Alemania. Oficialmente, más de un millón de húngaros fueron inoculados con Sputnik, al igual que otros miles en todo el mundo, muchos de los cuales necesitan viajar a la UE.

¿Quién es considerado «protegido» y quién no?

«Alguien que ha recibido una dosis de Sputnik V también puede ser perfectamente inmune y no necesita una dosis de refuerzo y está, de hecho, protegido, incluso si en Europa no lo consideran así», dice Carsten Watzl, presidente de la Sociedad Alemana de Inmunología. Todo se reduce a una cuestión legal: ¿quién es considerado vacunado y sobre qué base?

Actualmente, alguien es considerado inmune y protegido en la medida que ha sido vacunado con alguna de las vacunas autorizadas en Europa. Sería mucho mejor, dice Watzl, encontrar una manera de medir cuán protegidos están ciertos individuos -quizás contando el número de anticuerpos en su organismo-, sin importar por medio de qué vacuna obtuvieron dicha protección. El problema: nadie sabe cuántos anticuerpos son suficientes para proteger contra el coronavirus.

Coronavirus | PK Spahn | Vorstellung Digitaler Impfpass
El ministro federal de Salud de Alemania, Jens Spahn, muestra el pasaporte digital de vacunación.

Sin embargo, sin la prueba de vacunación, viajar a la Unión Europea se pone cuesta arriba. Y no solo para viajar: con el número de contagios aumentando de nuevo, las restricciones para entrar a restaurantes, museos y gimnasios fueron reimpuestas en Alemania. Además, para impulsar la vacunación, el gobierno alemán baraja la idea de acabar con los test gratuitos en octubre.

¿Y se pueden mezclar?

Pero, ¿dónde quedan las personas vacunadas «extraoficialmente», como yo, o las que recibieron el preparado de la farmacéutica china Sinovac? Una posibilidad que tengo es vacunarme de nuevo, esta vez con una fórmula aprobada en la UE. Pero, ¿cuán segura es la revacunación? La respuesta rápida es «nadie sabe», pues existen muy pocos estudios sobre la seguridad y eficacia de combinar Sputnik con las cuatro fórmulas aprobadas en la EU: AstraZeneca, Moderna, BioNTech/Pfizer y Johnson & Johnson.

La mezcla de Sputnik V y AstraZeneca es usada en Argentina ante la escasez de segundas dosis de la vacuna rusa. Un estudio local sobre el tema está en desarrollo, y los resultados preliminares muestran un mayor nivel de anticuerpos.

Fuente: dw.com