Tras orden de detención, Lula se recluye en sede de sindicato metalúrgico

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En el sindicato metalúrgico, el expresidente brasileño está acompañado por su sucesora, Dilma Rousseff, y varios dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT).

El expresidente Luiz Inacio Lula da Silva se recluyó este jueves (05.04.2018) en la sede del sindicato metalúrgico en Sao Bernando do Campo, donde se forjó como dirigente, acompañado por Dilma Rousseff y otros miembros del Partido de los Trabajadores (PT).

Lula, que pasó buena parte del día en el instituto que lleva su nombre, en Sao Paulo, se trasladó a la sede del sindicato tras conocer la decisión del juez Sergio Moro, que ordenó su ingreso en prisión en un plazo que expira mañana viernes a las 20.00 GMT.

El exmandatario está acompañado por su sucesora, la expresidenta Dilma Rousseff, y varios dirigentes del PT, que han convocado un acto en ese mismo sindicato para hoy mismo, en respaldo a su líder.

La expresidenta ha manifestado su pleno apoyo a Lula durante este proceso y le ha acompañado en sus horas más bajas, como hizo el exmandatario cuando en agosto pasado Rousseff fue destituida por el Congreso.

Celda especial

Lula da Silva será recluido en una celda especial y aislado de otros presos por seguridad. La exigencia fue hecha por el propio juez Moro, quien dio a Lula un plazo de 24 horas para que se entregue en la sede de la Superintendencia de la Policía Federal en la ciudad de Curitiba, en donde tendrá que cumplir su prisión.

«En razón a la dignidad del cargo ocupado, fue previamente preparada una sala reservada, una especie de Sala de Estado Mayor, en la propia Superintendencia de la Policía Federal, para el inicio del cumplimiento de la pena, y en la cual el expresidente estará separado de los demás presos, sin cualquier riesgo para su integridad moral o física», según el mandato del magistrado.

La decisión evita que el político más carismático de Brasil y actual líder en las encuestas de intención de voto para las presidenciales de octubre sea conducido a un presidio común en Curitiba como otros condenados por la corrupción en Petrobras.

El juez también determinó que los detalles de la entrega sean acordados por la defensa del expresidente y los responsables de la Policía Federal en Curitiba y que en ninguna hipótesis se utilicen esposas para detenerlo.

CT (EFE, dpa)

La información es de: DW