La nueva vida del obispo Durán

En Isla de Maipo aún es visitado por sus fieles. Sigue creyendo que es el legítimo obispo de la Iglesia Metodista Pentescostal. Reconoce errores administrativos, pero ningún delito. Así son los días de Eduardo Durán lejos de la Catedral Evangélica.

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El pastor mira emocionado a un grupo de niños que entra al templo con globos en las manos. Las mujeres van vestidas de faldas y chalecos blancos. Los hombres, peinados, de camisas y pantalones bien planchados. Llevan un cartel que dice: “Los niños del Templo Isla de Maipo saludan a su obispo Eduardo Durán Castro”. Un coro de mandolinas, acordeones, bajos y guitarras entona alabanzas. En la tarima hay más pastores. También están su hijo diputado y su hija ingeniera comercial.

Son los fieles que aún le quedan a Eduardo Durán. Se reunieron en Isla de Maipo para su aniversario pastoral, el domingo 4 de agosto. Tras 16 años al frente de la Iglesia Metodista Pentecostal, por primera vez, tuvo que celebrar lejos de la Catedral. Fue una de las tantas consecuencias de la crisis más grande que recuerde el mundo evangélico.

Este grupo desconoce la administración del nuevo obispo David Balladares. Poco les importa la investigación que llevan la Fiscalía Oriente y el Servicio de Impuestos Internos (SII) sobre el abultado patrimonio de Durán, ni las denuncias por sus infidelidades. Lo siguen con fe ciega. Piensan que son errores que no condenan a un buen pastor.

El festejo incluyó un almuerzo y un culto por la tarde. El diputado RN Eduardo Durán Salinas agradeció a su padre: “Estoy seguro de que en esta casa está Dios. Agradezco al Señor estar presente en este culto especial en que sus hijos espirituales lo están saludando por este nuevo aniversario pastoral. Hay un versículo que lo aprendí de él. Ha sido un versículo que en los momentos más complicados de la vida me ha servido para salir adelante. Que los que aman a Dios, todas las cosas les van a salir bien (…). A los hermanos de Jotabeche: aquí está el siervo que por 16 años los bendijo con la palabra. Fue un hombre generoso”.

Después abrazó a su padre, el obispo exiliado. Los fieles aplaudieron, cantaron y gritaron. “¡Aleluya! ¡Así es! ¡Amén, hermano!”.

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La investigación por presunto lavado de activos sigue abierta en la Fiscalía de Alta Complejidad Oriente. Se ha concentrado en el aumento de patrimonio desde que Eduardo Durán asumió como el principal líder de la Iglesia Metodista Pentecostal. Su declaración fue el 23 de enero.
El pastor aseguró que antes de llegar a la Catedral Evangélica ya tenía dos inmuebles: un terreno en Algarrobo y una casa en la calle Federico Scotto, en Estación Central. Además de tres camiones y un auto Chrysler año 1999.

“Calculo que al mes percibo aproximadamente $ 35 millones por diezmos, quedando, en definitiva, unos $ 28 o 29 millones mensuales para mi disposición. Con parte del dinero que me queda, ayudo a mis hijos, mi sobrina y a aproximadamente 10 pastores y algunos hermanos. En eso gasto $ 15 millones mensuales”, dijo.

Durán reconoce la compra de departamentos en Las Condes, Providencia y Viña del Mar; una casa en Algarrobo y la parcela de Isla de Maipo. También la adquisición de cuatro camionetas -una para su hijo- y un furgón para la iglesia.

A sus dos hijos, además, les pagaba un sueldo. “Ayudo a mi hijo Eduardo con $ 4.220.000 mensuales, de los cuales $ 700.000 son para su señora. Antes de que fuera diputado lo ayudaba con más dinero; él era en ese tiempo director de relaciones públicas de la Catedral a tiempo completo, yo le pagaba. Si bien es cierto que es ingeniera comercial y tiene un café, ayudo a mi hija Carolina, porque ella tiene sus gastos. Le doy $ 4.800.000 mensuales. Ella no tiene cargos en la iglesia, solo va a la iglesia”.

Ninguno de los hijos quiso hablar con La Tercera.

El 9 de agosto, Alexia Fredes Núñez, exesposa de Eduardo Durán, declaró como testigo ante la Brigada Investigadora de Delitos en Lavado de Activos: “Mantuve un vínculo afectivo. Fuimos pareja desde el mes de julio del año 2006 al mes de octubre del año 2017, fecha en que me dejó, manteniendo una relación paralela con doña Ruth Sepúlveda”.

La mujer relata que conoció a Durán en la iglesia y que se fueron a vivir juntos a un departamento en Tobalaba. El pastor le pagaba tres millones por trabajar como traductora intérprete del departamento internacional de Jotabeche. Iban de vacaciones a Viña del Mar y lo acompañaba a viajes al extranjero, junto a otros pastores.

También le preguntaron si es que Durán había recibido dinero de políticos a cambios de votos. Dijo que no.

“(Durán) tiene sus ingresos producto de los diezmos y ofrendas que realizan los fieles de todas las clases y cuerpos que pertenecen a la Catedral (…). Si sé respecto del patrimonio del obispo Durán Castro, el cual corresponde a departamentos con sus respectivas bodegas y estacionamientos, parcelas con sus respectivas casas y, además, de vehículos”, fue parte de la declaración.

Alexia Fredes se querelló en el Sexto Juzgado de Garantía de Santiago contra Ruth Sepúlveda -primera esposa de Eduardo Durán- por supuestas agresiones ocurridas en el templo de Jotabeche. Sepúlveda se ha defendido asegurando que no estaba en Chile para las fechas indicadas. Esa investigación también sigue en curso.

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Cercanos a Eduardo Durán cuentan que ha estado tranquilo tras su destitución de Jotabeche. No tiene problemas de salud, pese a su edad (74 años); vive en la parcela de Isla de Maipo junto a una familia que cuida el terreno, y es visitado constantemente. La casa tiene 400 metros cuadrados, con seis habitaciones, cuatro baños, quincho y piscina.

Al lado hay un templo, dos piscinas más, una cancha de fútbol, baños y duchas que han sido utilizados para actividades recreativas de la Iglesia Metodista Pentecostal. Allá se reúnen con el grupo de fieles que se mantiene al lado del obispo Durán. Antes lo hacían en su oficina de Estación Central, pero el aumento en la asistencia los obligó a cambiar de sede. Según los fieles, al templo han llegado hasta 500 personas a alabar al pastor. Este -cuentan testigos- casi no predica y se dedica a escuchar.

“Las personas que lo reconocen como pastor entienden que es un ser humano que se puede equivocar. Y valoran mucho la estatura espiritual que tiene. Eso es lo que en este caso los mueve. Es como un papá que se puede equivocar, no haber hecho bien las cosas, no haber administrado bien la casa, pero sigue siendo el papá”, dice el pastor Ricardo Fierro, quien hizo de vocero de Durán durante el primer semestre.

En privado, el obispo admite que pudieron haber existido errores en la administración de bienes y dinero de la Catedral, pero no siente que haya cometido ningún delito ni haberse aprovechado de las donaciones que recibía. No se ha referido a las denuncias de infidelidad y ha dicho que se siente “víctima de un golpe de Estado”.

El 9 de mayo, Durán fue destituido por el directorio de pastores de la Primera Iglesia Metodista Pentecostal. “Es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar (…). No codicioso de ganancias deshonestas”, señalaron en un comunicado.

Durán no reconoce la medida, ya que el cargo sería vitalicio, según los estatutos. El pastor puso un recurso legal para seguir siendo reconocido como líder de la Iglesia Metodista. El resultado debería conocerse durante los próximos días.

Según sus propios cálculos, Durán podría resolver en los próximos seis meses el destino de los bienes que están a su nombre, pero que pertenecen a distintas comunidades. También nombrar un sucesor en el cargo. No piensa en volver a la Catedral y su abogado le ha prohibido hablar de su situación con la prensa.

“Si un grupo de gente importante, hablemos de un 50+1, viene de nuevo y le dicen‘queremos que usted vuelva’, lógicamente que va a pensar la situación y se va a replantear la posibilidad. En estos momentos, lo que tiene claro es que tiene que nombrar un sucesor, cumpliendo el mandato del estatuto”, dice el pastor Ricardo Fierro.

La administración del obispo Balladares ha sido cuestionada por un sector de su iglesia. En Jotabeche ha habido varias peleas a gritos. Lo acusan de haberse ocupado de temas logísticos y olvidar el rol pastoral en el templo.

“El obispo Durán siempre vio esto como un golpe de Estado en virtud de que los oficiales, por lo mediático y para quedar bien parados frente a los fieles, aducían no tener conocimiento de lo que estaba pasando. Se hacen los grandes admirados y fue esta misma Junta Oficial que se lo permitió”, señala el pastor Fierro.

La crisis es tal, que ya hay tres grupos definidos en la Iglesia Metodista: los fieles al obispo Durán, los que se mantienen bajo la nueva administración y un grupo de comunidades lideradas por el obispo Mario Salfate. Estos últimos piensan en abandonar la Iglesia Metodista Pentecostal.

“Cuando el obispo Durán dio un paso al lado se llevó a 40 pastores, de los cuales 30 tenían templos nuestros. En este tiempo no le he hecho una demanda justamente para no provocar un escándalo. Pero hoy día, con todo lo que ha pasado, vamos a entrar en una parte jurídica. Si es ratificado como representante legal vamos a interponer una demanda”, dice Mario Salfate, quien representa, según dice, a 170 pastores que no están dispuestos a seguir con Eduardo Durán. Lo ven como el responsable de quebrar a su iglesia.

La información es de: latercera.com