Hermanos de Concón entraron a la universidad con solamente 15 años de edad

El mayor tiene actualmente 19 y cursa un doctorado en EE.UU, mientras que el menor va en 5to año de ingeniería civil en informática.

Dos hermanos de Concón causan revuelo tras haber ingresado con solo 15 años de edad a la universidad. El mayor de ellos, Diego Rojas (19) terminó la carrera de Licenciatura en Matemáticas en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, y el menor Tomás le sigue los pasos: ya con 17 se encuentra en su quinto año de Ingeniería Civil en Informática. 

Según consignó Las Últimas Noticias, cuando ambos eran muy pequeños y estaban en «primero y en tercero básico, la psicóloga del colegio se dio cuenta de que tenían habilidades más amplias y los llevamos a hacer varios test», recuerda Pablo Rojas, padre de los hermanos.

Al viajar a Santiago para realizar las pruebas, les dijeron que sus hijos eran superdotados, por lo que decidieron sacarlos del colegio y le dieron educación en casa, en conjunto con todas las actividades que se les ocurrían, desde chino mandarían a computación. 

«Privilegiamos no comprar una casa para invertir en ellos», dice Pablo. Así llegaron al Programa Beta, de talento escolar, creado en la PUCV. 

En el caso de Diego, el académico Ignacio Muga relata que «tenía habilidades para el aprendizaje y a veces sabía más que los profesores, entonces el colegio era una lata (…) Dio exámenes de conocimiento como Cálculo I y II, y logró quedar ubicado en el tercer año de la carrera».

Actualmente Diego se encuentra dando pruebas para realizar un octorado en la Universidad de Wisconsin en EE.UU, mientras que su hermano menor, Tomás, se encuentra en su quinto año – también entró directamente desde el tercero – universitario, pero al mismo tiempo debe rendir los exámenes libres de educación media.

«No he salido técnicamente del colegio, todavía soy un estudiante de cuarto medio (…) Hoy todo depende de la suerte, de que un profesor quiera ayudarte. Tal vez más personas puedan entrar antes a la universidad, mi hermano y yo no somos los únicos casos en este país, son muchos más pero están siendo olvidados».

Fuente: soychile.cl