Brasil: atentado podría aumentar posibilidades de Bolsonaro

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El ataque con cuchillo al candidato presidencial de la ultraderecha, Jair Messias Bolsonaro, hace aumentar la tensión política en Brasil. La víctima podría ser el mayor beneficiado.

El ataque con un cuchillo al candidato presidencial de la ultraderecha, Jair Messias Bolsonaro, en Juiz de Fora, al sureste de Brasil, es la punta del iceberg de una ya de por sí tensa campaña electoral. La primera votación será el 7 de octubre, y la segunda vuelta el 28 de octubre. Los cinco aspirantes aún tienen que calcular bien sus posibilidades. Probablemente, las de Bolsonaro han aumentado tras el atentado.

Aunque tenga que pasar las próximas dos semanas en el hospital, este rol de víctima, hasta ahora desconocido para él, acarreará al ex militar mejores resultados en las encuestas. «Podría asegurarle un puesto en la segunda vuelta”, explica el politólogo Ricardo Ismael, de la Universidad Católica de Río de Janeiro, a Deustche Welle. Bolsonaro fue atacado durante un mitin el jueves por la tarde. El móvil del agresor todavía no está claro. Según dijo a la policía, actuó en nombre de Dios, pero en las redes sociales se especula sobre sus vínculos con partidos de izquierda.

Tras el atentado,  la situación política está mas tensa que nunca. El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT), sigue con una enorme ventaja en las encuestas con casi un 40%. Sin embargo, Lula está preso desde abril, acusado de corrupción y lavado de dinero, y el poder judicial prohibió su candidatura. Actualmente todavía no está claro cuándo Lula transferirá oficialmente su candidatura a su probable sucesor, Fernando Haddad.

Violenta campaña

Hasta ahora, los ataques verbales de Bolsonaro iban dirigidos contra Lula y el PT. Recientemente, durante la presentación de la campaña, animó a sus seguidores a «disparar” a políticos del PT. Los ex militares culpan a Lula y a su partido de la corrupción y la violencia en el país. Bolsonaro prometia la liberación de la venta de armas de fuego para que la población se autoproteja, y galardones para  los policías que más «delincuentes” maten. Para sus oponentes, el candidato de la derecha envenenó el clima político con este discurso.

En realidad, se puede observar un aumento de la violencia por motivos políticos. En marzo, la popular política afrobrasileña Marielle Franco fue abatida a tiros en Río de Janeiro. Poco después, dispararon al autobús de campaña electoral de Lula en el sur de Brasil. Bolsonaro acusó entonces al PT de haber orquestado ellos mismo el asesinato, una acusación que se volvió ahora en contra del propio Bolsonaro. En las redes sociales se especuló sobre que hubiese simulado el ataque para obtener ventaja en la campaña. Sin embargo, en vista de las graves heridas, los defensores de tales teorías desistieron rápido.

Aun así, según Ricardo Ismael, el ataque beneficia las posibilidades de Bolsonaro. Considerado entre sus seguidores como un mito, ahora tiene también el papel de víctima. «El discurso de los votantes de Bolsonaro es que querían matarlo para que no fuese presidente”, dice Ismael: «Debido al atentado, se habrá ganado también las simpatía de los indecisos”. Para el candidato, eso podría significar un gran cambio. Aunque lidera las encuestas claramente tras la salida de Lula, el 44% de los electores potenciales dijo que nunca votarían por él. «En la segunda ronda tendría un grave problema”, aclara Ismael. Por eso las encuestas apuntan a una derrota en segunda vuelta, independientemente de cuál sea su contrincante. «Con lo que ha pasado, podrían aumentar sus posibilidades”, continúa el politólogo.

¿Quién llegará a segunda vuelta?

Si bien sus posibilidades de llegar a segunda vuelta son cada vez mayores, aún no está claro quién sería su contrincante. Para eso será decisivo a dónde van a parar los votos de Lula. Según las encuestas, el candidato de centro izquierda, Ciro Gomes (PDT), sería el más beneficiado. La ex ministra de Medio Ambiente, Marina Silva (REDE), estaba igualada a  Gomes, pero sus expectativas bajaron últimamente. Una señal de que la salida de Lula de la carrera no le beneficia, explica Ismael.

Por su parte, el candidato de la centro derecha, Geraldo Alckmin (PSDB) está ante un gran problema: Alckmin y Bolsonaro compiten directamente por el electorado conservador de derecha. «Tiene un problema con el atentado porque durante la campaña centró sus ataques en los feudos electorales de Bolsonaro. ¿Se dedicará ahora a atacar a un candidato que está en el hospital? Eso le podría pasar factura”, concluye el politólogo.

También crítica es la situación del sucesor de Lula, Fernando Haddad. Casi nadie lo conoce, especialmente en el Noroeste, bastión electoral del ex presidente. «Tiene que empezar urgentemente allí para ganarse a los votantes de Lula”, dice Ismael.

Mientas, lo seguidores de Bolsonaro se muestran eufóricos en las redes sociales. Su «mito” es ahora imparable, escriben. También Flavio, hijo de Bolsonaro, confía en la victoria: «Un mensaje a esos delincuentes: acabáis de elegir al presidente y ganará incluso en primera vuelta”.

Autor: Thomas Milz (JAG/ER)

La información es de: DW