Científicos españoles trabajan en un prototipo portátil capaz de detectar el coronavirus sobre las superficies

Esa detección del SARS-CoV-2 ayudaría a desarrollar métodos que ayuden a la limpieza y descontaminación de dispositivos médicos e instalaciones y a la reducción del contagio por contacto

Un equipo multidisciplinario de científicos españoles comenzó a trabajar en un proyecto para el diseño de un prototipo portátil que sea capaz de detectar, de forma rápida y sin contacto, el Covid-19 depositado sobre distintas superficies en diversos materiales.

Se centrará fundamentalmente en la toma de imágenes de muestra tanto en zonas contaminadas por el virus como en zonas limpias, para que mediante el uso de algoritmos de Inteligencia Artificial (machine learning), se puedan extraer conclusiones que permitan avanzar en el desarrollo del prototipo.

Se trata de “un novedoso” proyecto financiado con medio millón de euros por el Instituto de Salud Carlos III, dependiente del Ministerio de Ciencia, y que une a varias instituciones radicadas en Andalucía.

El equipo de científicos está liderado por el catedrático Emilio Gómez González, director del Grupo de Física Interdisciplinar del Departamento de Física Aplicada III de la ETS de Ingeniería de la Universidad de Sevilla, que trabaja en el desarrollo de tecnologías ópticas y fotónicas avanzadas y de inteligencia artificial, aplicadas a diferentes campos.

También participan el Hospital Virgen del Rocío, y también los equipos TEDAX y NRBQ de la Policía Nacional, que además de ser “todo un referente en la desactivación de explosivos”, también son especialistas en defensa nuclear, radiológica, biológica y química, según explicó la semana pasada la subdirectora general de Recursos Humanos y Formación de la Policía Nacional, la comisaria principal María del Pilar Allué.

El objetivo es crear un equipo “que permita ver el coronavirus” y para ello, explicó la funcionaria, se combinarán tecnologías ópticas con las ultimas experiencias en inteligencia artificial.

“Se trata de un gran desafío, no sólo científico, sino también tecnológico, por el minúsculo tamaño del virus y por la escasa información que se tiene sobre él”,destacó Allué.

El tamaño del virus SARS-CoV-2, que causa el Covid-19, es de unos 120 nanómetros (un nanómetro es la millonésima parte de un milímetro) y se sabe muy poco acerca de cómo interactúa con la luz o cómo se deposita en las superficies.

En este sentido Allué recordó que actualmente se desconoce “su interacción tanto con la luz como con los distintos tipos de materiales y superficies” en los que se deposita.

Personal médico se prepara a atender a un enfermo de coronavirus en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Clinic de Barcelona (REUTERS/Nacho Doce)
Personal médico se prepara a atender a un enfermo de coronavirus en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Clinic de Barcelona (REUTERS/Nacho Doce)

Por ello cree “evidente” que cualquier avance en este proyecto “supondrá una gran contribución para contener la pandemia y evitar nuevos contagios, ya que su finalidad es detectar con precisión las superficies contaminadas mediante un análisis rápido y sin contacto”, con lo que se minimizarían “muchos riesgos de contagio”, ha detallado.

En una nota de prensa, la Policía Nacional precisó que se trata de crear “un prototipo portátil que combinaría sistemas de lectura de imágenes multiespectrales, tanto en el rango óptico (de ultravioleta a infrarrojo térmico) como en el rango de terahercios, métodos de análisis mediante óptica computacional e Inteligencia Artificial (machine learning)”.

Esto permitiría el análisis sin contacto de las zonas contaminadas por medio de la generación de mapas de distribución espacial de estas imágenes en el campo de visión captado por el dispositivo.

Los especialistas TEDAX y NRBQ se dedicarán a la recogida y análisis de vestigios en espacios abiertos o entornos humanos.

Esa detección del virus ayudaría a desarrollar métodos que ayuden a la limpieza y descontaminación de dispositivos médicos e instalaciones y a la reducción del contagio por contacto.

Esta investigación no contempla pruebas en pacientes ni interferirá en los procedimientos clínicos, de diagnóstico o tratamiento del Covid-19, indicó la Policía.

Los investigadores se dan un plazo de ocho meses –aunque los primeros resultados estarían en solo tres– para lograr objetivos tangibles. Los resultados se irán publicando en abierto con el objetivo de que otros investigadores puedan usarlos.

Fuente: infobae.com