Las reformas de Michelle Bachelet, al estancamiento crónico de la economía, la ola de delincuencia y a los cambios estructurales que impulsa el actual Gobierno, son parte de los severos cuestionamientos.
Llegó la temporada de las memorias anuales y los timoneles de los principales grupos empresariales del país aprovecharon el espacio para emitir severos cuestionamientos a las políticas en Chile de los últimos años -así como a las que actualmente se están discutiendo-, aludiendo a las reformas de Michelle Bachelet, al estancamiento crónico de la economía, la ola de delincuencia que azota al país y a los cambios estructurales que impulsa el actual Gobierno de Gabriel Boric.
«La reducción significativa de la capacidad de crecimiento sigue golpeando con fuerza el sueño de alcanzar el desarrollo y las expectativas de una mejor calidad de vida para las personas», sostuvo. «Sin crecimiento estamos condenados a seguir teniendo un país con fricción y frustración», agregó.
En ese sentido, manifestó: «Qué lejos estamos de los tiempos en que Chile crecía sostenidamente sobre el promedio del mundo y de la región, generando cada vez más oportunidades y, en definitiva, mayor bienestar para toda la población. Hoy, pareciera que apenas aspiramos a estar en el promedio, y ni siquiera eso conseguimos».
En la misma línea, afirmó que «la caída sostenida del crecimiento afecta la creación de empleos, el nivel de las remuneraciones y el acceso a más y mejores bienes y servicios. Impacta también la recaudación fiscal y, con ello, el financiamiento sostenible de políticas destinadas a enfrentar las crecientes demandas sociales de los sectores más vulnerables. Como siempre se ha dicho, el crecimiento no lo es todo, pero sin él no hacemos nada. Sin crecimiento estamos condenados a seguir teniendo un país con fricción y frustración».
Consideró «urgente» que se dé «un gran impulso a la actividad económica, generando un escenario con mejores condiciones para la inversión, partiendo por reducir incertidumbres y revisando temas relacionados con la llamada ‘permisología'». Asimismo, destacó que existen nuevos e importantes desafíos como «la crisis de seguridad, la desinformación y la inmigración descontrolada».
En su carta a accionistas, sostuvo que que el panorama en Chile en 2023 «estuvo negativamente influenciado por el contexto político, reflejo de que las reformas estructurales propuestas por el Gobierno no priorizan ni consideran las urgentes demandas que tiene el país, como la inseguridad ciudadana, la inmigración irregular y el nulo crecimiento del ingreso per cápita en los últimos diez años».
El presidente de Security afirmó que ve una «pérdida de rumbo del país», lo que se refleja en que la «gravísima crisis en el sector salud, las estériles propuestas en pensiones y una destruida educación pública amenazan el futuro de las nuevas generaciones».
«Vemos con preocupación que este ambiente genera un permanente cuestionamiento y desprestigio a la empresa privada, motor insustituible en el desarrollo de nuestro país», señaló. Para revertir este escenario, aseveró que se deben impulsar reformas que permitan al sector privado «retomar su histórico liderazgo», y que sean capaces de fomentar la inversión y empujar el crecimiento económico. En este aspecto, Peñafiel subrayó que «el caso del litio es un claro ejemplo de una visión estatista que sustituye el emprendimiento privado».
«Estamos frente a un retroceso que no se condice con las oportunidades globales que plantea esta industria, ni con el éxito de las políticas desarrolladas en el pasado en nuestro país para recuperar suelos degradados, ni con las necesidades globales de forestación, ni con la subsistencia de cientos de empresas de pequeño y mediano tamaño que forman parte de la cadena productiva de este importante sector de la economía», afirmó.
Fuente: emol.com