Ciudadanistas versus institucionalistas: el divorcio estratégico entre Sharp y Boric

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Ciudadanistas, libertarios, feministas, izquierdistas e institucionalistas o liberales, son algunas de las tendencias que se van dibujando en el esperado proceso de convergencia de cuatro organizaciones del Frente Amplio, que buscan poder legalizar el partido durante 2019. Un proceso con claras tendencias internas pondrá fin a las estructuras ya conocidas, porque el MA se dividiría en al menos tres corrientes, lo que dejaría bajo tesis distintas a sus dos principales actores políticos: el alcalde de Valparaíso y el diputado por Punta Arenas.


Bajo la premisa “una nueva izquierda para un nuevo Chile”, las fuerzas frenteamplistas –Movimiento Autonomista (MA), Socialismo y Libertad (SOL), Izquierda Libertaria (IL) y Nueva Democracia (ND)– dieron el puntapié inicial a un proceso de convergencia que tiene como objetivo crear un partido abiertamente de izquierda, que logre constituirse como la tercera fuerza que haga contrapeso, al interior de la coalición, a Revolución Democrática (RD).

En el tradicional Café Bernal de Valparaíso –uno de los lugares preferidos para reuniones del mundo político que trabaja en el Congreso– se dio paso al lanzamiento de las fuerzas convergentes, sector que contará con cuatro parlamentarios: la diputada Gael Yeomans (IL) y los autonomistas Gabriel Boric, Gonzalo Winter y Diego Ibáñez. Además del alcalde Jorge Sharp (MA) y una serie de cores y concejales. Un nuevo partido, que tendrá un largo proceso congresal hasta marzo de 2019, cuando se escoja a un comité central y se dé el vamos a su legalización, que hasta el momento estaría enfocada en tres regiones consecutivas para el 2019.

Una convergencia que tiene parte importante de su origen en la historia estudiantil y que pesa en su interna, con quiebres como el de Izquierda Libertaria que dio origen a SOL, y también con una abierta disputa de líneas y tesis, tanto así que se asumió la constitución de tendencias en su interior.

Dichas tendencias deberán contar con al menos 100 firmas de respaldo, compuestas en un 50 por ciento por mujeres y en un 30 por ciento por integrantes de regiones. Cada sector debe constituir su tesis, sobre la base de un marco político que aborde una “lectura del régimen y el período, con énfasis en el ciclo actual”, una serie de definiciones tácticas respecto a la construcción de la oposición, la política a impulsar en el Frente Amplio y en la construcción del mundo popular. También deben establecer definiciones respecto a la relevancia de la institucionalidad y los criterios para el acuerdo electoral en miras de las municipales, todo con el fin de “evitar futuros tensionamientos”, detalla un documento interno de la convergencia.

Sus principales dirigentes reconocen que este ha sido un proceso “complejo” y que hasta ha llevado a que las fuerzas que están dando origen al nuevo partido se vayan desdibujando y se generen nuevas alianzas que terminen por diluir completamente a las fuerzas originales. Es así como ya se han ido delineando algunas tesis y grupos que darían origen a los “liberales o institucionalistas”, nombre con el que se identifica al sector de Boric, mientras que los “ciudadanistas”, la línea impulsada por Sharp, es el núcleo de izquierda más comunista, socialista y el mundo libertario.

División autonomista

Un espacio que quedaría absolutamente diluido tras la convergencia, sería Movimiento Autonomista. La organización liderada por Boric y Sharp no se mantendría unida en el proceso y se dividiría en al menos tres tendencias, lo que marcará el total divorcio entre ellos y con los denominado “ultraizquierda” de MA.

Durante las últimas semanas se ha hablado de un corte de relaciones entre el diputado y el alcalde, lo que estaría alejado de la realidad, porque “la verdad ellos nunca se han llevado, no son amigos, son compañeros”, destaca un militante de la organización. Pese a que muchos apuntan a que la convergencia ha aumentado las tensiones entre ambos dirigentes políticos, la verdad sería que la apertura de este espacio ayudaría a licuar la eterna pugna entre ellos, diferencias que –destacan desde el MA– no son personales, «sino profundamente políticas y en esa cancha se ven”.

Sus principales dirigentes reconocen que este ha sido un proceso “complejo” y que hasta ha llevado a que las fuerzas que están dando origen al nuevo partido se vayan desdibujando y se generen nuevas alianzas que terminen por diluir completamente a las fuerzas originales. Es así como ya se han ido delineando algunas tesis y grupos que darían origen a los “liberales o institucionalistas”, nombre con el que se identifica al sector de Boric, mientras que los “ciudadanistas”, la línea impulsada por Sharp, es el núcleo de izquierda más comunista, socialista y el mundo libertario.

“Es chistoso cómo alguna prensa trata, de tanto en tanto, de hacernos pelear con Jorge Sharp”, comentó Boric en su cuenta de Twitter durante este fin de semana. El objetivo era terminar con los rumores del quiebre, aunque la distancia política es real. “Sharp y Boric no serán parte de la misma tendencia, porque tienen respuestas distintas a temas como las municipales, la política de alianzas y en política exterior”, afirmaron desde el proceso de convergencia.

En los “liberales o institucionales” también estaría el diputado Winter y recalcan que, en general, son militantes que apuntan a la construcción de una izquierda del siglo XXI, que no cargue con el peso de la izquierda bolivariana, lo que “refleja muy bien Boric” y que, agregaron, le da una centralidad a la disputa institucional. Además, plantearía el clivaje para la política de alianzas en función de la corrupción, dándole una mirada proteccionista al Frente Amplio, priorizando la alianza y fortalecimiento del nuevo bloque en vez de pactos con la ex Nueva Mayoría. Una línea que los acercaría “mucho más a los RD, principalmente a Giorgio Jackson”, destacan desde MA.

Cercanos a este espacio explican que «tienen una profunda vocación de poder, entienden que debe haber un cambio tácticamente, que se debe hablar de ciudadanía y no de pueblos, es muy en la línea de Podemos, de la campaña de Beatriz Sánchez. Es sumamente importante hacer crecer la base de votantes del FA, y si es necesario adecuar o moderar el discurso, lo hacen”.

No se trata, recalcaron, que el círculo de Gabriel Boric sea el más «liberal”, sino que es más bien «un grupo de afinidad de procedencia y poner que los de Boric son los más institucionales es una falacia. El punto es cómo creen que se empuja esa institucionalidad”.

Otra cosa es el sharpismo de la Municipalidad de Valparaíso o la tesis de Rodrigo Ruiz, uno de los padres de una de las líneas autonomistas en el país, que en el marco de la convergencia han sido llamados “los ciudadanistas”. Tienen un margen más amplio para la política de alianzas, lo que comprendería a las bases del Partido Socialista y al Partido Comunista como aliados estratégicos para la recomposición de la centroizquierda, con una apuesta focalizada para las municipales, lo que los llevaría a levantar una serie de “pactos por omisión” con la ex Nueva Mayoría.

Otro eje sería la relevancia en la forma de construir poder. El foco estaría puesto en la construcción territorial, con centralidad en la ciudad como espacio de disputa para disminuir la fuerza del mundo parlamentario y que, a pesar del origen de clase de Sharp, en este espacio habría militantes de carácter “más popular”. En este núcleo se integrarían militantes de otras fuerzas, por lo tanto, no estaría solo compuesto por militantes de MA, sino que también por una parte de Nueva Democracia, principalmente de Valdivia, y también parte de la militancia de SOL.

Libertarios, feministas e izquierdistas

El proceso de convergencia también estará en disputa con otras tesis, que podrían dar origen a otras tendencias, dependiendo del proceso de síntesis del Congreso de Convergencia. Una línea que será importante para las definiciones del nuevo partido es la feminista, que ha ido tomando fuerza al interior de cada una de las organizaciones y podría llegar a constituirse en una sola tendencia, aunque la prioridad por el momento es constituir la tesis.

Desde este espacio, recalcan que “las feministas nos hemos movilizado y nos estamos articulando a nivel internacional, así que, sí, por supuesto que tendremos una propuesta para esta nueva etapa y estamos dispuestas a dialogar con otros sectores de la convergencia para impulsarla”.

Según el documento de acuerdo congresal de octubre, Izquierda Libertaria decidió mantenerse como una sola tendencia durante la segunda fase de dicha instancia, definición que respondería a uno de los requisitos para finalmente entrar a la convergencia. Cabe recordar que IL protagonizó una verdadera teleserie, puso patas para arriba el proceso de convergencia al deslizar las dudas respecto al proceso y la necesidad de crear un partido federativo. Desde los otros sectores convergentes recalcan que las razones de IL son “identitarias, aún no quieren desprenderse de las banderas rojinegras”, lo que ha imposibilitado que puedan confluir con otras tendencias.

La parte no ciudadanista de Nueva Democracia, junto con SOL, podrían confluir en una misma tesis y dar vida a una sola tendencia, la que también podría atraer a algunos sectores más duros de MA. Es conocida como la tesis de izquierda, la que vería con buenos ojos una posible alianza con el Partido Comunista, buscaría el equilibrio entre la apuesta institucional y la dinamizadora de la movilización social y de organización. En este espacio se separarían aguas de la herencia concertacionista y de las señalas para pactar con la ex Nueva Mayoría.

La información es de: El Mostrador