Barcos piratas chinos amenazan aguas argentinas

Alrededor de 200 barcos piratas con bandera china atravesaron el Estrecho de Magallanes desde el Océano Pacífico, donde navegaron frente a las costas de Ecuador, Perú y Chile.

Continúa la amenaza de piratas chinos en Sudamérica. Las alarmas se encienden ahora en Argentina, donde al igual que en Chile, las autoridades optaron por desplegar unidades navales y aéreas para vigilar sus aguas.

Se trata de aproximadamente 200 barcos con bandera del país asiático que navegan fuera de las 200 millas de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de ese país, luego de una travesía por el Estrecho de Magallanes desde el Océano Pacífico, donde navegaron frente a las costas de Ecuador, Perú y Chile, informa Infobae.

Las embarcaciones tienen meses avanzando por las aguas de la región para abastecerse de especies marinas comercializadas en el mercado chino. La gran demanda representa un peligro inminente para especies protegidas en estas zonas.

El operativo también abarcará un estado mayor de vigilancia entre la Armada y la Prefectura para elevar la cantidad de oficiales y del equipo disponible, como el patrullero oceánico ARA Bouchard, la primera de cuatro naves de este calibre que ha comprado la Armada Argentina.

La delicada situación parece tensarse con el paso del tiempo. Cada vez más barcos chinos despliegan sus actividades ilícitas en aguas del Océano Pacífico al Atlántico, sin que el gobierno de Xi Jinping se pronuncie ante la amenaza ecológica y la ilegalidad de la pesca en aguas internacionales.

Tibias leyes argentinas

Las leyes argentinas tampoco son contundentes contra esta actividad, reseña Infobae, ya que la pesca ilegal está catalogada como «infracción» y no como «delito». Si bien han incrementado las multas, la política argentina es no atacar a los barcos.

Además, las autoridades se limitan a disparar salvas de advertencia y sólo si escapan se les puede perseguir por resistencia a la autoridad.

Un escenario de persecución ocurrió en mayo, cuando el barco Lu Rong Yuan Yu 668 se fugó de las autoridades argentinas tras haber sido capturado en abril. El barco fue puesto a disposición del Juzgado Federal de Rawson, provincia de Chubut.

La revista argentina Puerto reseñó en ese momento que la empresa armadora china estaría dispuesta a pagar la multa administrativa por violar el Régimen Federal de Pesca (calculada en un máximo de 10 millones de pesos), pero que si se allanaba al proceso tendría el beneficio de un descuento de 25 %.

Para inicios de diciembre ya trascendía que 27 barcos pesqueros chinos llegaban al Atlántico y amenazaban los recursos naturales del mar argentino, indicaba otra nota de Infobae.

La Prefectura Naval Argentina los vigilaba a través de un Sistema de Información Geográfico, un mecanismo clave contra las embarcaciones que apagan sus sistemas de rastreo para violar las aguas internacionales y proceder a la pesca.

La gran amenaza China

Se calcula que 17000 barcos chinos navegan en busca de recursos naturales en todo el planeta, añade el mismo portal.

Estados Unidos ha puesto el ojo ante el avance de los piratas. La embajada en Perú advirtió en septiembre que unos 300 barcos piratas chinos estaban en costas peruanas dedicándose a la pesca ilegal.

En esta cruzada, la Marina ecuatoriana emitió otra alerta en julio por una flota de unos 260 barcos estacionados frente a la Zona Económica Exclusiva (ZEE) alrededor de Islas Galápagos, patrimonio de la humanidad.

El grupo de 300 barcos en costas peruanas se redujo sospechosamente a 126, de acuerdo con la ONG Oceana, dedicada al monitoreo de los mares. Los barcos chinos habrían hecho uso una vez más de la tradicional táctica de desactivar los sistemas de monitoreo.

“Sabemos que estos barcos no desaparecieron y se ven pocos de ellos abandonando el área. El tamaño de esta flota debería ser motivo suficiente de preocupación y, aún más, cuando es probable que estén apagando sus sistemas de identificación automática”, declaró Marla Valentine, analista de Pesca Ilegal y Transparencia de la oficina de Oceana en los Estados Unidos.

Esclavitud en los barcos pesqueros

No solo sufren las especies marinas, los trabajadores a bordo de esos buques también son víctimas de tratos inhumanos.

Alexis Olivares es un chileno que comenzó a trabajar en una de estas embarcaciones a cambio de 400 dólares mensuales. Sin embargo, lo que consiguió en los buques no fue más que horror y esclavitud.

Olivares contó que eran obligados a trabajar 18 horas diarias ya que un satélite enviaba información las 24 horas sobre la temperatura del agua. Si esta era la correcta, procedían de inmediato a la pesca de especies como el pez espada, atunes, tiburones, jibia y pota.

“Lo que más les encanta a ellos es el tiburón, porque sólo les sacan las aletas y el resto lo botan”, dijo en declaraciones recogidas por Infobae.

La crueldad de los mandamás chinos parece no tener límites al alimentar a su tripulación con arroz y algunas raciones de pescado.

«Cuando el capitán veía que un trabajador chino no trabajaba, lo golpeaba. Por eso te digo que si la Armada (chilena) tomara un barco y lo trajera a Valparaíso o a Iquique, desembarcaría la mitad”, aseguró Olivares.

Fuente: panampost.com